El museo neoyorquino reabre con una muestra sobre el peso del arte hispano en EE UU - Siqueiros marcó a Pollock, y Covarrubias, a los caricaturistas de los años 30
BARBARA CELIS - El País - 19/10/2009
El expresionismo abstracto no hubiera sido el mismo sin el muralismo mexicano y a los caricaturistas estadounidenses les habría faltado algo sin la influencia de sus vecinos del sur. El Harlem hispano, también conocido en Nueva York como El Barrio, tiene desde esta semana un renovado y flamante escaparate en el que mostrar cómo los artistas hispanos han contribuido a engrandecer el mundo artístico de una urbe que durante mucho tiempo ha tratado a los latinos como ciudadanos de segunda clase. Hace 40 años, en plena explosión del llamado nuyorican movement, se inauguraba en un aula de un colegio de East Harlem el Museo del Barrio. La idea era sacar a la luz el arte de los puertorriqueños, entonces los latinos con mayor presencia en Nueva York y a los que el establishment cultural ignoraba.
Cuatro décadas más tarde, y con una población latina que supera los dos millones de habitantes, el Museo del Barrio reabre sus puertas tras un año y medio de obras. Lo hace en la misma sede de la Quinta Avenida que ha ocupado desde 1977, pero con una nueva fachada, nuevas galerías y, sobre todo, una misión muy clara: subrayar el peso del arte latino en la evolución artística de la ciudad. "El eje de esta nueva etapa se expresa particularmente bien a través de la exposición con la que reinauguramos el museo: Nexus New York: Artistas Latinos / Estadounidenses en la metrópolis moderna. En raras ocasiones se ha mostrado el peso que han tenido creadores como De Zayas o Torres García en sus contemporáneos neoyorquinos", explica Julián Zugazagoitia, director del museo y cerebro de una exposición comisariada por Deborah Cullen.
La muestra recorre el siglo XX desde sus inicios hasta la II Guerra Mundial con más de 200 obras de artistas cubanos, peruanos, uruguayos o mexicanos que visitaron Nueva York, enseñaron en sus escuelas o residieron en la ciudad en algún momento de su vida, influyendo e intercambiando ideas, técnicas y estilos que dejaron su impronta en los artistas estadounidenses que les conocieron y cuyas obras también se muestran aquí. La exposición crea conexiones entre creadores latinos y celebridades neoyorquinas como Alfred Stieglitz o Jackson Pollock, a quienes su encuentro con artistas como Marius de Zayas o David Alfaro Siqueiros cambió su trayectoria. (...)
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