La vida integral de Madrid en los años de su desperezamiento tras el fin de la primera etapa de posguerra vertebra el relato del último libro de Pedro Montoliú (1954), periodista y cronista de la Villa, que acaba de publicar Madrid bajo la dictadura 1947-1959. El libro fue presentado ayer por la escritora Almudena Grandes, el arquitecto José María Ezquiaga y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón en el palacio de Cibeles.
Considerado como una segunda entrega de su anterior obra Madrid en la posguerra, 1939-1946, el autor describe en un estilo ágil los años de coexistencia del Madrid de la autarquía -la forzada autosuficiencia económica aplicada por el franquismo- con las primeras pulsiones modernizantes vividas por la sociedad civil madrileña pese a la represión político-social dominante.
Estas pulsiones, explica Montoliú, adquirieron expresión en unos primeros intentos de planificación urbanística, pero convivieron aún con lacras como el chabolismo, que en 1947 ocupaba una cuarta parte de la superficie urbana. El alfoz madrileño se vio multiplicado por 10 en aquellos 13 años, en los que 13 municipios le fueron incorporados a la ciudad.
Almudena Grandes agradeció el rigor de la información ofrecida al lector, por satisfacer el interés de los ciudadanos de a pie, a los que se brindan sabrosas anécdotas vinculadas a la organización de la vida cotidiana. El arquitecto Ezquiaga resaltó los retos residenciales, urbanísticos y presupuestarios adquiridos por Madrid a partir de entonces. El alcalde, por su parte, remarcó la industrialización de Madrid concebida entonces como freno al auge periférico y subrayó el origen del proceso hacia su conversión en megalópolis, erizado de obstáculos pero inexorable por el empuje cívico hacia la democracia.
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