Europa, Estados Unidos y Rusia han vendido en los últimos años armas y municiones a los países que reprimen las revueltas de la Primavera Árabe
JOAN FAUS MADRID 19/10/2011
Las revueltas de la Primavera Árabe se reprimen con armamento europeo, estadounidense y ruso. Un informe de la organización Amnistía Internacional denuncia la venta masiva de armas, munición, bombas y otros efectos militares entre los años 2005 y 2010. Los principales vendedores son países occidentales y Rusia, y los clientes son cinco de las naciones árabes que han registrado mayores protestas prodemocráticas desde febrero: Bahréin, Egipto, Libia, Siria y Yemen.
Además, entre los principales vendedores hay algunos de los países que más han apoyado el proceso democrático en el norte de África y Oriente Medio, como Francia, Italia, Reino Unido y EEUU. Rusia, que respaldó la intervención en Libia pero secunda al régimen sirio, es otro de los grandes suministradores.
España no escapa de la doble moral de los países occidentales, que durante años han vendido armamento a los gobiernos autoritarios árabes, cuya represión ahora critican. España vendió a Egipto municiones por valor de 1,45 millones de euros y armamento ligero una categoría que incluye rifles, ametralladoras y armas semiautomáticas por otros 154.000 euros, según el informe de Amnistía.
La mayor y la más polémicas de las transacciones se produjo con Libia, que compró en 2007 bombas y misiles españoles, en una operación que ascendió a 3,8 millones de euros. Según Amnistía, "es probable" que esa venta fuera la que incluyó bombas de racimo fabricadas por la compañía aragonesa Instalaza. La organización asegura que las fuerzas del depuesto coronel Muamar Gadafi utilizaron en abril estos explosivos de fragmentación, que fueron prohibidos en 2008, en la ofensiva contra la ciudad de Misurata.
"España se ha comprometido a revisar caso por caso, pero algo no funciona cuando las armas son utilizadas para reprimir", asegura a Público Eva Suárez, directora adjunta de Amnistía en España.
Egipto es uno de los países que más armamento occidental ha comprado en los últimos años. EEUU ha sido el principal suministrador, con ventas anuales por valor de 940 millones de euros, que incluyen los gases tóxicos utilizados en la represión de las protestas en la plaza Tahrir. Un informe del Departamento de Defensa de EEUU denunciaba en 2008 irregularidades en la contabilidad de dichas transacciones.
EEUU vendió los mismos gases a Yemen, cuyo régimen lleva ocho meses reprimiendo las marchas prodemocráticas. Bahréin también aplastó en febrero y marzo las manifestaciones de la oposición chií con armamento occidental y la participación de tropas de las monarquías del Golfo.
Los intereses de Moscú
Rusia no publica cifras de ventas de armamento pero, según Amnistía, es el principal suministrador del régimen sirio. Un 10% de las exportaciones de armamento ruso se dirigen a Damasco, según el informe. "Moscú tiene ventas comprometidas con Siria por valor de 4.000 millones de dólares. Por eso se opone a que la ONU imponga un embargo de venta de armas a Siria, como sí hizo con Libia", explica Suárez. "Los países solidarios con la Primavera Árabe tienen que acabar con este descontrol". El tiempo dirá si la doble moral ha terminado.
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