El pueblo cordobés de Benamejí retira una cruz a los caídos
FRANCISCO ARTACHO - Público - 02/10/2009
Benamejí, un pueblo de 5.000 habitantes al sur de Córdoba, se levantará este sábado, por primera vez desde hace más de 60 años sin símbolos franquistas en sus calles. Este viernes el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, ha retirado una cruz a los caídos del bando nacional, de unos cuatro metros de altura, situada en un lateral de la iglesia y a pocos metros de la plaza de la Constitución. En el lugar que ocupaba la cruz el consistorio ubicará una placa en recuerdo de todos los muertos en la Guerra Civil.
Pero si al operario que manejaba la pala mecánica le costó pocos minutos derribar el monumento fascista, diferente ha sido el trabajo del grupo municipal de Izquierda Unida y de los vecinos impulsores de la retirada. Tras varios ruegos al pleno municipal y escritos al alcalde, fue el pasado mes de mayo cuando la formación de izquierdas elevó una moción al pleno que salió adelante con los votos de sus dos concejales y el de la concejal del Partido Andalucista. Los dos ediles del PP votaron en contra y el PSOE, con 7 concejales, se abstuvo.
“La cruz se tenía que haber retirado hace bastante más tiempo”, explica Antonio Reyes, portavoz de Izquierda Unida. Por su parte, el alcalde benamejicense, el socialista José Ropero, afirma que la demora se había producido “porque se ha querido hacer con la mayor sensibilidad posible”.
Hasta la muerte del dictador Francisco Franco, la cruz servía de reunión cada mes de agosto para los falangistas y fascistas del pueblo, que cantaban el Cara al sol y rendían el homenaje a los fallecidos del bando nacional, cuyos nombres aparecían en la parte frontal del monumento, que estaba coronado por una cruz y por el escudo fascista con el águila imperial.
“Defensa del símbolo cristiano”
Mucho trabajo ha costado eliminar este símbolo de Benamejí. A la pasividad del gobierno municipal, en manos del PSOE, con mayoría absoluta desde hace más de veinte años, hay que sumar la negativa del PP. En un reciente comunicado, los dos concejales populares, David Doncel y Emilio Pedrosa defendían “el símbolo cristiano”, y por eso proponían “retirar cualquier símbolo franquista” para así poder dejar la cruz en pie y de esta forma “respetar el patrimonio cultural, artístico y religioso” y pedían al gobierno municipal “mirar al futuro y no al pasado”.
La cruz fue finalmente retirada sin problemas por los operarios municipales, aunque en el último mes algunos vecinos habían intentado demostrar, sin éxito alguno, que la cruz estaba situado en terreno de la iglesia.
Pero si al operario que manejaba la pala mecánica le costó pocos minutos derribar el monumento fascista, diferente ha sido el trabajo del grupo municipal de Izquierda Unida y de los vecinos impulsores de la retirada. Tras varios ruegos al pleno municipal y escritos al alcalde, fue el pasado mes de mayo cuando la formación de izquierdas elevó una moción al pleno que salió adelante con los votos de sus dos concejales y el de la concejal del Partido Andalucista. Los dos ediles del PP votaron en contra y el PSOE, con 7 concejales, se abstuvo.
“La cruz se tenía que haber retirado hace bastante más tiempo”, explica Antonio Reyes, portavoz de Izquierda Unida. Por su parte, el alcalde benamejicense, el socialista José Ropero, afirma que la demora se había producido “porque se ha querido hacer con la mayor sensibilidad posible”.
Hasta la muerte del dictador Francisco Franco, la cruz servía de reunión cada mes de agosto para los falangistas y fascistas del pueblo, que cantaban el Cara al sol y rendían el homenaje a los fallecidos del bando nacional, cuyos nombres aparecían en la parte frontal del monumento, que estaba coronado por una cruz y por el escudo fascista con el águila imperial.
“Defensa del símbolo cristiano”
Mucho trabajo ha costado eliminar este símbolo de Benamejí. A la pasividad del gobierno municipal, en manos del PSOE, con mayoría absoluta desde hace más de veinte años, hay que sumar la negativa del PP. En un reciente comunicado, los dos concejales populares, David Doncel y Emilio Pedrosa defendían “el símbolo cristiano”, y por eso proponían “retirar cualquier símbolo franquista” para así poder dejar la cruz en pie y de esta forma “respetar el patrimonio cultural, artístico y religioso” y pedían al gobierno municipal “mirar al futuro y no al pasado”.
La cruz fue finalmente retirada sin problemas por los operarios municipales, aunque en el último mes algunos vecinos habían intentado demostrar, sin éxito alguno, que la cruz estaba situado en terreno de la iglesia.
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