La cifra, aunque muy alejada de las estimaciones de las ONG, es escalofriante: la policía detectó 1.301 esclavas sexuales en España en 2009. Es la primera vez que las autoridades dan una cifra concreta sobre mujeres traficadas o explotadas sexualmente. Probablemente haya más víctimas, pero no hay duda de que estas 1.301 lo son, según los datos ofrecidos esta tarde por los ministros de Interior y de Igualdad, Alfredo Pérez Rubalcaba y Bibiana Aído, en la presentación del balance del primer año en vigor del Plan Integral de Lucha contra la Trata.
La confusión sobre las cifras había sido total durante los últimos años. Tras cada operación, la policía solía informar de la identificación de decenas o incluso centenares de víctimas sin que se supiera después qué pasaba con ellas y si realmente todas eran mujeres forzadas a prostituirse. A partir de ahora, al menos, habrá cifras algo más concretas.
Uno de los temas que más preocupan a las ONG es la aplicación del periodo de reflexión de 30 días ?para que las víctimas decidan si denuncian? que introdujo la última reforma de la Ley de Extranjería. Las ONG se quejan de que no se están concediendo y critican la expulsión la semana pasada de una nigeriana embarazada que lo había pedido. Rubalcaba afirmó ayer que se le hizo un examen físico antes de la expulsión y que no había indicios de que fuera víctima de trata. Las ONG, en todo caso, piden que se aclaren cuanto antes los requisitos y el protocolo a seguir para que puedan proteger a las víctimas.
"Las tratan como testigos, no como víctimas"
Viviana Waisman, la directora ejecutiva de la ONG Women's Link (organización integrada en la Red Española contra la Trata de Personas) ha señalado que el gran problema de la aplicación del plan es que la policía sigue tratando a las víctimas únicamente como testigos "y muchas veces estas mujeres no pueden dar información útil sobre sus explotadores porque simplemente no disponen de esos datos: no conocen el nombre del criminal, o su domicilio", señala Waisman.
"La policía intenta detener a tratantes y eso es legítimo, pero no está considerando a las mujeres explotadas como víctimas de una violación de derechos humanos sino como testigos útiles para un proceso penal. Es un enfoque penal y de inmigración: si la persona no les vale se la quitan de encima y la mandan a su país", dice Waisman.
La ONG aboga por que sea personal especializado (policías, pero también psicólogos y trabajadores sociales) los que intervengan en el proceso de identificación de víctimas. "Muchas de estas mujeres vienen de culturas donde una no se debe fiar de la policía y la vía exclusivamente policial las disuade" añade la experta.
Anuncios de prostitución
Por su parte, Aído ha anunciado esta tarde que se va a volver a lanzar el plan de ayudas a las ONG que luchan contra la trata, dotado con dos millones de euros, y ha vuelto a apelar a la autorregulación de los medios de comunicación para que supriman los anuncios de contactos.
"En este caso no se trata sólo de una publicidad que atente contra la dignidad de las mujeres, sino que además es un negocio que contribuye a la explotación de las mujeres. No parece lógico que se denuncie en unas páginas la explotación de mujeres y se publicite en otras", ha dicho la ministra.
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