mércores, 24 de marzo de 2010

Himmler, pureza de sangre total



JESÚS RUIZ MANTILLA - Madrid
EL PAÍS - Cultura - 22-03-2010

A Heinrich Himmler le gustaba predicar con el ejemplo. Si para pertenecer a las SS su responsable exigía que ni una sola gota de sangre no aria se hubiera mezclado en el pasado de sus miembros al menos durante cinco generaciones, él, que fue cerebro del genocidio, no iba a ser menos. Por eso se fabricó un impecable informe genealógico en el que demostraba a través de 350 antepasados su pureza a lo largo de cuatro siglos.

La obsesión de Himmler en estos asuntos fue enfermiza. Las reglas de pureza para sus subordinados eran propias de un sistema delirante. Además de legislar sobre ellas, figuraban en las reglas internas de las SS. Obligaba a sus miembros a tener al menos cuatro hijos. Y no con cualquiera. Las normas para el matrimonio eran tan estrictas que en 1937 llegó a acumular 20.000 solicitudes no resueltas. Su determinación se enmarca dentro de una estricta filosofía: "La SS es una Orden militar nacionalsocialista de hombres de determinación nórdica y una comunidad de clanes conjurados. Conforme a nuestras leyes, la novia, la mujer, pertenece a esta comunidad, a esta Orden de las SS del mismo modo que el hombre. Tengámoslo claro: sería insensato reunir primero la buena sangre de toda Alemania y dejarla luego casarse y dispersarse en familias como se le antoja".

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