ALEJANDRO REBOSSIO
"¿Tienen algo con arroz?", pregunta Carlos Saracini en La Casa de Coco, el bar sin manteles frente a la iglesia de la que es párroco, Santa Cruz, en el barrio de San Cristóbal, Buenos Aires. "Seguro que nadie pide arroz", sonríe Saracini, de 45 años, antes de que su compañero Bernardo Hughes, de 75, escoja un clásico argentino: la milanesa (ternera empanada). Estos dos curas pasionistas protagonizan La Santa Cruz, refugio de resistencia, documental en el que los directores María Cabrejas y Fernando Nogueiras relatan la historia de este templo donde se reunían en la última dictadura militar de Argentina (1976-1983) tres de las primeras Madres de Plaza de Mayo, dos monjas francesas y otros siete militantes de los derechos humanos.
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