La inauguró Thomas James Holden, un matón común que asesinó a su mujer y a sus dos cuñados en 1949 tras una borrachera monumental en Chicago, y la corona, a día de hoy, Osama Bin Laden, el terrorista más famoso del mundo. Es la lista de los 10 criminales más buscados por el FBI, que este martes ha cumplido 60 años. Aquellos que tengan el infortunio de aparecer en ella tienen, seguramente, una mal final por delante: 463 de los 494 delincuentes que han salido en ella han acabado en la cárcel y 14 han sido encontrados muertos.
La lista se creó casi por accidente, a petición de un periodista de la agencia United Press International, que en 1949 le pidió al FBI que identificara a los criminales más buscados para escribir un reportaje sobre ellos. El extinto diario The Washington Daily News publicó el tema, que se propagó por los medios como la pólvora. El entonces director del FBI, Edgar J. Hoover, decidió que a sus agentes les convenía aquella publicidad, ya que los ciudadanos podían ser una fuente fiable de pistas, una vez identificaran a los criminales a través de datos y fotos en la prensa. En 1950, Hoover creó la lista, causando sensación entre una ciudadanía fascinada por las películas de cine negro.
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