El retrato
antropológico y urbano de ‘Foreign Parts' gana el gran premio del Festival de
documental Punto de Vista
SARA BRITO
Pamplona 27/02/2011 23:42
Detrás del estadio de los
New York Mets, las calles no tienen alcantarillado, ni aceras, ni nada que las
pueda hacer parecer un barrio. Willets Point es una zona industrial habitada
por la comunidad latinoamericana que maneja los talleres de coches que
sustentan la frágil economía del vecindario. Allí, entre chapas y partes de
autos se hacen parrillas comunitarias, se canta y se baila salsa, se vende y
compra droga y la indiferencia política y la especulación inmobiliaria
campan a sus anchas.
Los antropólogos
audiovisuales Véréna Paravel y J.P. Sniadecki registraron la vida y la
resistencia diaria de esta comunidad en el documental ‘Foreign Parts', un
relato entre lo antropológico, lo poético y lo observacional que ganó hoy el
Gran Premio del Festival Punto de Vista de Pamplona, la cita más importante de
España con la no ficción más desafiante. El jurado, formado por Josep Maria
Català, Hans Hurch, Ben Russell, Joshua Siegel y Naomi Uman, defendió la película
ganadora por ser "un retrato sutil y sensible de un ecosistema urbano
sorprendentemente resistente".
La película, más allá de
su forma de documental de observación clásico, logra respirar como un artefacto
poético en el que las recurrentes secuencias de desguace de coches sirven para
evocar esas otras piezas humanas que sobreviven también extirpadas del sistema.
Sin embargo, la decisión del jurado, lógica aunque despojada de empuje vanguardista,
parece más conservadora que la del público, que otorgó su premio a ‘Color
perro que huye', del director venezolano afincado en Barcelona Andrés
Duque.
El filme-diario de Duque,
que ya estuvo recientemente en el prestigioso Festival de Rotterdam, es una
potente pieza poética que arranca con un salto, en el que el director se rompe
un tobillo, y finaliza con otro, en el que su perro cae por una ventana.
En ese lapsus, el director logra sostener en el aire al espectador durante 70
minutos, donde el asombro y una belleza ciertamente caótica convive con
hallazgos íntimos, viejas leyendas o arrebatos a lo Iván Zulueta. Todo a través
de filmaciones hechas por Duque en España y Venezuela, pedazos de viejas películas,
y extractos de youtube. Quizás una de las obras más estimulantes vistas en el
Festival de Pamplona.
El Premio Jean Vigo a la
Mejor Dirección fue para Clio Barnard, por la británica ‘The Arbor', que ya había
recibido premios en el Festival de Londres así como en los premios del cine
independiente inglés. "Su provocador uso de las técnicas Brechtianas que
abren preguntas sobre lo que puede ser un documental" justificó el galardón,
según el jurado. Por otra parte, el prestigioso documentalista Alain Berliner
se hizo con el premio al mejor cortometraje por su exploración del alzhéimer en
‘Translating Edwin Honing'. El hallazgo formal de ‘48', que usa fotografías
fijas de víctimas de la represión de la dictadura de Portugal junto a audios
de esas mismas personas relatando el horror por el que pasaron, fue
suficiente para dotar al filme con una Mención Especial del Jurado. ‘Ici-Bas',
de Comes Chahbazian, fue también premiado.
Termina
así una semana de cine documental de vanguardia, que como cada año recuerda
al espectador que el documental puede ser y es un arma de construcción poética.
Ningún comentario:
Publicar un comentario