Se escudaba
en que no tenía vestuarios femeninos para fichar sólo a hombres
OLIVIA
CARBALLAR SEVILLA 04/03/2011 08:00
Una asamblea de personas
sin trabajo de Morón de la Frontera (Sevilla, 28.455 habitantes) se plantó hace
dos días delante de una empresa con la siguiente pancarta: "Urbaser
machista". Denunciaban que la concesionaria del servicio de limpieza
del Ayuntamiento no contrata a mujeres y que el motivo, según les comunicó
la propiacompañía, es que no tienen vestuarios femeninos.
"Las instalaciones
son obsoletas, por eso no contratamos a mujeres, no por machismo, aunque me
parece desproporcionada la obra para los pocos meses que pueda trabajar aquí
una mujer, por bajas o vacaciones", aseguró a este diario un responsable
de la empresa el mismo día de la protesta, sin contar con que las mujeres
puedan ocupar puestos que no sean sustitutivos.
No obstante, tras insistir
en que se trata de una empresa privada, tiró la pelota sobre el Ayuntamiento:
"Es el consistorio el que tiene que aprobarnos esa obra". Fruto de
esa contradicción, la pelota no sólo ha vuelto a la empresa, sino que además
se ha quedado sin excusa. Según confirmó a este diario el alcalde en funciones,
Alfonso Angulo (PP), el Ayuntamiento cederá temporalmente a Urbaser un
vestuario portátil mientras construye uno. "La empresa se ha comprometido
a contratar a las primeras mujeres el próximo mes porque no puede ser que en
los tiempos que estamos esté ocurriendo esto; que no haya vestuarios femeninos
no puede ser el problema",explicó Angulo.
El alcalde insistió, además,
en que estarán vigilando atentamente el caso: "Le cederemos el vestuario
como máximo seis meses porque es tiempo más que suficiente para que hagan un
vestuario con un par de duchas, aseos o lo que necesiten".
Satisfacción con cautela
La Asamblea de
Trabajadores Afectados por la Crisis (ATAC) emprendió una ronda de contacto con
varias empresas en Morón para que emplearan a mujeres. "Todas mostraron su
colaboración menos Urbaser, con un argumento que era el de la pescadilla que se
muerde la cola: si no hay mujeres es porque no hay vestuarios y como no hay
vestuarios no hay mujeres", afirmó Manuel Lobato, miembro de la
asamblea.
Ayer,
tras conocer el cambio de actitud de la empresa, María Jesús Cubiles, de 42 años,
una de las mujeres que protestaron, se mostró satistecha aunque con cautela:
"Vamos a ver si es verdad, y si es así, es muy buena noticia, porque la
cuestión es trabajar", aseguró. El poco tiempo que trabajó el año pasado,
apenas dos meses, fue recogiendo naranjas, aceitunas y melocotones. Hasta el
momento, según confirmó Urbaser, sólo hay una mujer en la empresa, que es la
persona que limpia los vestuarios masculinos.
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