xoves, 5 de agosto de 2010

Cigalas asesinas para Fidel



SILVIA R. PONTEVEDRA - Santiago
EL PAÍS - 23-07-2010

A los guardaespaldas de Fidel, algunas costumbres gallegas los trajeron de cabeza en aquella visita que Castro le brindó a Fraga (o en aquel recibimiento que Fraga le brindó a Castro), el 27 y el 28 de julio de 1992. Cuando en Armea, durante la romería que el municipio de Láncara le montó al dictador cubano, hijo de uno de sus emigrantes, llegó el momento de prenderle fuego a la queimada, los agentes de seguridad traídos por Fidel desde La Habana se abalanzaron sobre la pota para sofocar las llamas. Creían que era un artefacto incendiario.

De aquella comida memorable el dueño del Chicolino conserva la cunca por la que bebió Fidel Castro, y en Lugo se hallan las piezas del escenario que les montó un amigo de Fraga a los dos presidentes para que echasen ante las cámaras una partida de dominó. Todo ello lo ha localizado el equipo de rodaje de Fidel y Fraga, sin embargo, un documental con muchos testimonios, y guión y dirección del pontevedrés Manuel Fernández-Valdés, que se está rodando este verano y se estrenará probablemente en mayo de 2011. Dieciocho años después, Comercial Cereijo conserva el camión expositor, con baño y paredes abatibles en el que jugaron, después de visitar la casa natal del padre de Castro, los dos políticos, entonces ya entrados en años, pero infinitamente más ágiles que hoy en día. "Eso que, repasando los vídeos de entonces, a Fidel, seis años más joven que Fraga, ya se le notaba algo de párkinson, problemas de equilibrio y ciertos gestos con la boca, como si le molestase la dentadura postiza", comenta el director de 31 años, entonces demasiado joven como para recordar los acontecimientos.

Detrás del "sin embargo" del título hay varias cosas. Fraga y Fidel, el ex ministro franquista y el líder de la revolución cubana que acabó su mitin en el Araguaney gritando "¡Socialismo o muerte!", son, en realidad, extremos que se tocan. "Los dos son iguales y se comprenden", defiende el director de este documental que durará más de hora y media, "toda su vida han estado acostumbrados a decidir sobre los demás, están por encima del bien y del mal y consideran que sólo la Historia puede juzgarlos". Aquella visita tras la caída del Muro, en la que Fraga tenía cosas que perder y Fidel "mucho que ganar", era en realidad "un capricho personal" de dos descendientes de emigrados a Cuba que poco antes de la primera visita, la que Fraga realizó a La Habana, eran feroces enemigos. Tanto, que don Manuel había llegado a decir que Castro era, después de Almanzor, quien más daño había hecho a Galicia. En 1992, en cambio, Fraga reconoció que, a lo mejor, si hubiese nacido en Cuba habría sido Fidel.

1 comentario:

  1. Durante la queimada a Castro se le quemo una mano por la estupidez de alguien que le echo demaciada candela al sarten y por eso nos alertamos. No somos estupidos solo descendientes de gallegos.

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