
EL PAÍS - Internacional - 03-07-2010
La alarma la dio el diario Folha de Sâo Paulo el pasado 27 de junio: los 35 millones de folios (cinco kilómetros si se les colocara apilados), de documentos secretos de la dictadura militar de Brasil (1964-1985) están pudriéndose en un viejo edificio de Brasilia. Hay goteras por doquier que mojan las bolsas de basura que contienen los documentos. Aparte de la humedad, hay riesgo de incendio y, sobre todo, de pérdida o desaparición de los papeles. Los documentos de la historia más oscura y triste de Brasil se encuentran allí, en ese viejo edificio que parece más un trastero que un archivo, desde 1999.
Carlos Fico, catedrático de Historia y director del Departamento de Metodología de la Historia de la Universidad federal de Rio de Janeiro, es uno de los mayores investigadores del periodo de la dictadura militar. Él fue quien dio la primera voz de alarma. "Los documentos corren un serio peligro. Están en un edificio precario, donde no hay posibilidades de que sean clasificados como en un verdadero archivo, como yo mismo he podido observar", dice.
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