ANTONIO LAFUENTE 06/08/2010
Se llama y Aisha y no tiene nariz ni orejas. Su marido talibán se las cortó porque se sentía ofendido. Ese es el motivo por el que su rostro aparece esta semana en la portada de la revista Time bajo el título: "Qué pasa si nos vamos de Afganistán." Y ese titular es el motivo de que la revista haya levantado un polémico debate sobre periodismo y política.
Aisha tiene 18 años, pero a los 12 fue entregada, junto con su hermana, a un caudillo talibán de acuerdo con una costumbre tribal llamada baaz, que sirve para arreglar conflictos entre clanes. En este caso, un crimen. Su tío había matado a un familiar del guerrillero. Al llegar a la edad núbil, fue desposada a la fuerza con el caudillo pero, dado que él estaba guerreando, Aisha y su hermana fueron enviadas a casa de sus cuñados, quienes las encerraron en un establo y las violaron.
Para evitar nuevos abusos, huyó y se refugió en Kandahar, donde su marido la halló el año pasado. Tras llevarla a casa, le hizo pagar lo que consideraba su deshonra. En la tradición pastún, se dice que un hombre deshonrado no tiene nariz y así, mientras el cuñado sujetaba a Aisha, él le cortó primero las orejas y luego la nariz, tal y como se ve en la portada de Time.
Cooperantes de EEUU
Su destino era morir desangrada, pero logró escapar y ser recogida por cooperantes estadounidenses, que la trasladaron a un centro de mujeres maltratadas en Kabul.
Hasta ahí la historia del dolor y el salvajismo talibán. Después, comenzó la política. El director de Time, Richard Stengel, aseguró en un artículo que el reportaje quería "contribuir al debate sobre la guerra" en Afganistán justo en el momento en que la publicación de decenas de miles de documentos secretos acababa de revelar las mentiras del Ejército y del Gobierno de Estados Unidos acerca del conflicto. Entre ellas, que el número de civiles muertos por tropas norteamericanas era menor del que el que decía el ejército.
Stengel afirma que no publicó la noticia "para mostrar apoyo al esfuerzo bélico de Estados Unidos ni como oposición a ello", sino "como una ventana a la realidad de lo que está pasando". Pero con un titular como: "Qué pasa si nos vamos de Afganistán", es difícil sostener esa afirmación.
En un artículo aparecido en el diario británico The Guardian bajo el título "Burkas y biquinis", la profesora de la Universidad de Cambridge Pryamvada Gopal asegura que "invocar la causa de la mujer para mantener la ocupación es una treta cínica".
Gopal recuerda, además, que los más de 90.000 documentos secretos publicados por la web Wikileaks revelan que la CIA aconsejó, precisamente, usar la dura situación de la mujer en Afganistán como "punto de presión" emotiva para apoyar la continuación de la guerra.
La profesora añade: "Las atrocidades y muertes de civiles son prueba de algunas de las terribles cosas que están sucediendo, pero, curiosamente, no se las juzga como una ventana a la realidad de lo que está pasando".
Aisha viajó el miércoles de Afganistán a Estados Unidos para ser sometida a una operación de cirugía estética que le reconstruirá la cara.
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