BARBARA PROBST SOLOMON- El País- 14/11/2009
Fue quizá el más europeo de los artistas estadounidenses en las vanguardias del siglo XX. Una retrospectiva en Nueva York propone una visión poliédrica de ese creador inquieto. Por Barbara Probst Solomon
El Jewish Museum, uno de los primeros museos de Nueva York en celebrar -y en reconocer- el pop art de Andy Warhol y el pre pop de Larry Rivers, es el escenario perfecto de una extraordinaria retrospectiva sobre Man Ray (su comisario es Mason Klein), que muestra sus múltiples facetas y sus creaciones. Artista, director de cine, escritor, escultor, creador de objetos y fotógrafo innovador, Man Ray, nacido Emmanuel Radnitzki en Filadelfia en 1890, hijo de inmigrantes judíos rusos, se movió entre el dadá de Nueva York, el surrealismo parisiense y los trabajos fotográficos. A fin de captar por completo la visión de Man Ray, esta exposición es absolutamente imprescindible, y el regalo especial que esta muestra nos ofrece es un soplo de aire fresco, ya que se trata de la primera exposición multimedia del artista en Nueva York desde 1974. Se incluyen además dos de sus películas mudas, Le retour à la raison y Emak Bakia (déjame en paz, en castellano), así como recopilaciones de películas sobre Man Ray.
En 1917, Man Ray (su familia se había trasladado a Brooklyn) se encontraba en el lugar y en el momento adecuados. El movimiento dadaísta de Nueva York y las mujeres dadaístas abarrotaban Greenwich Village. Marcel Duchamp había observado que, en efecto, estas mujeres norteamericanas eran mucho más estridentes y eróticas que sus compatriotas parisienses: la revolución, las ideas anarquistas, el "amor libre", el automóvil, el modernismo, se presentaban como el envoltorio perfecto de un regalo. Las mujeres dadaístas -la baronesa Elsa, Beatrice Wood, Katherine Dreier y Mina Loy- parecían estar más preocupadas por el escándalo, el erotismo y el cuerpo humano que los artistas de sexo masculino. En una acuarela, Beatrice Wood había pintado intencionadamente la noche en que ella, Charles Demuth, Mina Loy y Duchamp habían formado un grupo de cuatro en la cama de Duchamp tras un baile bohemio (era la amante de Duchamp y de Henri-Pierre Roché, autor de la novela Jules et Jim, y probablemente la modelo de la seductora Jeanne Moreau en la famosa película basada en el libro). (...)
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