La orquesta coruñesa celebra en concierto su 70 aniversario
XOSÉ MANUEL PEREIRO - El País - 08/11/2009
-Voy a ver si voy. Pensé que era pagando y me confié. Esta mañana sortearon alguna entrada en Radio Coruña.
Son las ocho de la tarde, media hora antes de que comience el concierto del 70 aniversario de Los Satélites en el Teatro Colón de A Coruña y, en el semáforo de enfrente, una señora peinada para la ocasión, con una gabardina que parece de seda con estampado de leopardo, se queja a una amiga de no tener la seguridad de poder asistir. José Casal, un funcionario de Ferrol de 63 años, lleva ya hora y media merodeando las puertas del recinto, preguntando a todo el que entra o sale dónde se pueden conseguir las entradas. Entre bastidores, el presidente de la Diputación, Salvador Fernández Moreda -"soy satelista"- se asombra de la variedad sociológica de los que pidieron invitaciones. "Se agotaron en 20 minutos, y si hubiese tres sesiones, se agotarían igual", dice Paco Lodeiro, presentador y productor (les dedicó el documental Unha orquestra de lenda), organizador de este homenaje "y cantante de Los Satélites desde abajo. Yo imitaba a Sito Sedes con una caña de foguete como micrófono", dice.
Los Satélites, una seña de identidad de Galicia, sector verbena, nacieron en 1938 en una academia de baile, de la mano del cantante Jaime Camino y del saxofonista Manuel Otero Mariñas, Lolito. "En aquella sociedad triste de posguerra, aportaban las mejores virtudes coruñesas: elegancia y cosmopolitismo. Ellos trajeron el son tropical de Venezuela cuando no había triunfado todavía en New York, o las big band y la música de Glenn Miller", asegura el músico y escritor Xurxo Souto, guionista del acto, que tiene en la familia dos fundadores de la orquesta, su abuelo Manuel Eiroa -"consiguió el saxofón gracias a un hermano que estaba en New York"- y su tío del mismo nombre, que el viernes estaba con su trompeta en la tarima. Al lado, otro de su quinta. "Es Marcial. Sus padres vendieron una vaca para comprarle el clarinete".
Los hitos de esa historia son los cantantes. Los animadores. El viernes en el Colón estaban ocho, además de los tres actuales. El más antiguo, que encarna esa elegancia cosmopolita que reclama Souto, es Álvaro Pita. Era el vocalista en 1955, cuando fueron a Venezuela para una gira de cuatro meses con Pucho Boedo. Alvarito tardó seis años en volver a Galicia, y estuvo seis meses en Japón, "en la orquesta que acompañaba a la artista norteamericana Connie Francis", recuerda, de esmoquin impecable, Pita.
"Los Satélites siempre tuvo buena dirección, y músicos que respetaban el nombre", argumenta José Luis Caamaño, voz en 1970. "Es una orquesta para escuchar, las demás son para ver", concuerda Ismael Valdés, un asturiano que es fan desde que los vio en Villaviciosa. No es sólo la música, o el ambiente. Los Satélites ha sido siempre propiedad de los músicos, y los que se iban vendían su parte a los que entraban. El actual empresario -"pon director"- Javier Saavedra, asegura que "Los Satélites son una responsabilidad, porque hay que dar un nivel". Lo dan de 170 a 180 veces al año.
José Casal consigue, por fin, la ansiada entrada de manos de Lodeiro, y no sabe cómo agradecérselo: "Fixéchesme un home!"
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