Un vídeo con varios niños recreando un ataque terrorista muestra el impacto psicológico de la violencia talibán
FERNANDO NAVARRO -
Madrid - 01/03/2011
Un
niño, vestido de negro y ataviado con un pañuelo que le cubre la cabeza y la
cara, empieza a despedirse uno por uno de sus amigos, algunos apenas superan
los cinco años. Les da un abrazo y después se encamina hacia otro sitio donde
le espera otro chico vestido de blanco que le prohíbe el paso. Parece actuar
como un guardia de seguridad. El supuesto atacante de negro se para y, en unos
segundos, se lanza hacia el niño de blanco y otros chavales. Un puñado de arena
salta por los aires a modo de explosión. Es, sencillamente, la recreación de un
atentado suicida.
Es
el vídeo de un juego macabro. Un minuto y 15 segundos de imágenes que, desde
hace una semana, ha estado circulando por Pakistán y ha alarmado a la
organización Save The Children,
con sede en el país centroasiático, según informa The Guardian.
La
ONG denuncia la violencia a la que están expuestos los niños en la región
fronteriza entre Pakistán y Afganistán, uno de los grandes bastiones de las
milicias talibanes. "Los niños que viven en un contexto de violencia son
generadores de violencia", afirma Yolanda Román, portavoz de Save the
Children en España. "Cuanto más fuerte sea la exposición a la violencia,
más se interioriza un patrón y un modelo de relaciones humanas
equivocado".
La
grabación, de la que se desconoce la autoría y que parece recoger a niños de
etnia pastún aunque no ha sido confirmado, muestra el impacto psicológico de la
violencia de los radicales islamistas en los más jóvenes. "Esto no es un
juego. Reproducen con naturalidad la inmolación. Interiorizar la violencia
tiene un efecto nefasto en el corto, medio y largo plazo", señala Román.
Después
de casi una década de conflicto armado, toda una generación de niños afganos
sufre las consecuencias de la guerra y el extremismo talibán. Recientemente,
Naciones Unidas (ONU) pidió a los líderes talibanes moderados, que forman parte
del proceso de reconciliación nacional en Afganistán, que dejen de reclutar niños
como futuros terroristas.
La
representante especial del organismo para los Niños en los Conflictos Armados,
Radhika Coomaraswamy, señaló que tienen una idea de la situación de los menores
en esa zona a través de los relatos de los niños soldados capturados o que se
rinden a las fuerzas gubernamentales y a las tropas internacionales que las
apoyan. Durante su estancia en Afganistán, Coomaraswamy firmó un plan de acción
con el Gobierno de Karzai para poner fin al reclutamiento de menores en las
fuerzas armadas y a proteger a los niños afectados por el conflicto.
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