Por Memoria
Pública
Texto: Jesús
Vicente Aguirre González
La
sublevación contra el Gobierno de la República se produce en la ciudad de
Logroño el 19 de julio de 1936. A las 9 de la mañana, el gobernador militar de
la entonces provincia de Logroño, Víctor Carrasco Amelibia, proclama el Estado
de Guerra. Las fuerzas militares, infantería, artillería, aviación (del
aeródromo de Agoncillo-Recajo), se hacen con el control de la ciudad auxiliadas
por voluntarios falangistas y los primeros requetés llegados de los pueblos
cercanos de Navarra. Algunos disparos en el casco antiguo, en la fábrica de
tabacos y el intento de huelga general no pueden hacer frente a los sublevados,
reforzados en la mañana del lunes 20 con la llegada definitiva de las tropas
navarras que manda García Escámez.
Se destituye
al general Carrasco como gobernador militar, se detiene al gobernador civil
Adelardo Novo y se nombra en su lugar al capitán de artillería Emilio Bellod.
Son detenidos igualmente el alcalde de Logroño, Basilio Gurrea y, entre otros,
el teniente coronel de la Guardia Civil Manuel Fernández Valdés.
El día 21 la
columna de García Escámez se divide. Una parte, con su coronel al frente, se
dirigen a “pacificar” Alfaro, localidad de la Rioja Baja que había resistido
dos días a requetés y guardias civiles. Algunos cañonazos sobre la plaza de
toros acaban con la resistencia alfareña. Al día siguiente con la “toma” de
Cervera, toda la provincia de La Rioja queda en manos de los sublevados. Aquí
no habrá frente ni trincheras, sin embargo dos mil riojanos serán asesinados
(especialmente durante lo que resta de 1936) por su militancia republicana,
socialista, anarquista o comunista, o, simplemente, por su empeño en conseguir
una vida mejor y más justa bajo la égida de la Constitución y de las reformas
de la República.
2.000
personas asesinadas sin frente, sin trinchera, sin juicio, sin remisión… con
nocturnidad y alevosía. 2000 “tumbaos”, expresión que me llegaba desde uno de
los familiares de aquellos que, efectivamente, habían quedado “tumbaos” en
tapias y cuentas.
Algunos
datos
La Provincia
de Logroño, con una extensión de 5.033 kilómetros cuadrados, tiene en 1930,
203.789 habitantes. Distribuidos, ya en 1936, en 182 municipios y 9 partidos
judiciales.
El número total
de muertos a consecuencia de la represión que recogemos en Aquí nunca pasó
nada. La Rioja 1936 y la Adenda correspondiente, con nombres y apellidos y con
la historia, fotografía y documentos de muchos ellos, es de 1997 (1920 viven en
la provincia de Logroño, suponen un 0,95% de su población, y 77 han nacido en
La Rioja pero residen en otros lugares. Considerando las 1997 víctimas, el
porcentaje sería del 0,98%). 41 son mujeres y 1956 hombres. Como se ha dicho
anteriormente, la mayor parte de ellos van a morir asesinados, sin juicio
previo, durante el año 1936. (Los meses más trágicos y sangrientos son los de
Agosto: 590, y Septiembre, 477 asesinados).
Riojanos
fusilados tras Consejos de Guerra, celebrados en Logroño o en otros lugares
(entre 1936 y 1945) 50
Riojanos detenidos muertos en la cárcel
(1937 a 1944) 16
Riojanos detenidos muertos en el hospital
(1937 a 1939) 10
Riojanos muertos en campos de concentración:
Miranda de Ebro (España): 2; Alemania y Austria: 9.
Riojanos asesinados
víctimas de “sacas” 1910
Las
poblaciones donde se produjeron más asesinatos de sus vecinos (porcentualmente)
son:
*
Villamediana de Iregua, 4%
* Tormantos, 3,43%
* Ábalos, 3,34%
* Treviana,
3,11%
* Herramélluri, 2,94%
Es
importante señalar que hubo asesinatos en 99 localidades riojanas. Y que no
murió nadie de forma violenta en los 83 pueblos restantes. Es evidente que los
responsables de que eso ocurriera, de un signo u otro, fueron siempre los
mismos: las autoridades locales. Los alcaldes y jerifaltes del Movimiento, la
Guardia Civil y especialmente, los párrocos, tanto para permitir o prohibir que
se matara a cualquier vecino. Añadiendo, en estos casos, que los ejecutores
últimos de los asesinatos fueron falangistas, requetés y gentes de cada pueblo,
pero que los auténticos responsables fueron, en todos y cada uno de los casos,
los militares sublevados. (Ya lo había dicho Mola claramente: “la acción hay de
ser en extremo violenta”. Instrucción Reservada nº 1, 25.5.1936).
Algunas
notas
Casi 2.000
personas son los protagonistas de nuestra lista. Desde luego, no están todos
los que son. Y puede que no sea todos los que están. Hemos buscado y rebuscado
en documentos y recuerdos. Así vamos corrigiendo y completando la relación.
* La mayor
parte de las víctimas fueron asesinadas sin juicio previo entre el 18 de julio
y el 15 de diciembre de 1936. Como hemos visto antes, hay algunos que murieron
fusilados, condenados por Consejos de Guerra sumarísimos, en Logroño o en
cualquier otro punto de España. Otros murieron en campos de concentración
alemanes, especialmente en Mauthausen. Y hubo detenidos que fallecieron en las
cárceles y hospitales entre 1936 y 1945.
* No aparecen en el listado los
riojanos que murieron en el frente de combate en las filas republicanas (a
donde llegaron, en su mayoría, tras desertar del ejército “nacional”). Sí
sumamos los que murieron fusilados.
* Nuestros
2.000 protagonistas aparecen listados en los pueblos donde vivían, indicando,
en su caso, dónde nacieron también. Vemos también la edad y la fecha y lugar de
la muerte.
* En
realidad, y una vez corregida la lista en marzo de 2012, el número de muertos a
consecuencia de la represión en La Rioja llega a 1.999. A la espera de efectuar
nuevas correcciones este mismo año no hemos querido tocar los datos anteriores.
Jesús Vicente Aguirre González es autor de Aquí nunca paso nada. La
Rioja 1936 y miembro de la Asociación La Barranca, para la preservación de
la Memoria Histórica en La Rioja
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