Radio Exterior cumple hoy 70 años en busca de sentido en
la era digital
Hace décadas, en las noches largas del invierno centroeuropeo, miles de
emigrantes españoles trataban de sintonizar una voz en castellano —o un
pasodoble— que les acercara una vida pasada. Bailaba la aguja en el dial de un
transistor con un trozo de alambre por antena. Hoy nuevas remesas de españoles
—ya con otro tipo de hambre— vuelven a emigrar y Radio Exterior de España (REE)
cumple 70 años. Lo hace sumida en una encrucijada en la que, en plena era de
Internet y con el espacio superpoblado de satélites, se pregunta por su
sentido.
"Radio Exterior tiene una peculiaridad, la onda corta, que llega donde
no lo hace la banda ancha y a mucha gente que no posee receptores vía satélite.
Son emisiones para el mundo más desfavorecido, y para cooperantes, científicos,
pescadores... Además nuestros programas en otras lenguas tienen verdadero
carácter público: nuestra selección de temas se dirige a un ciudadano
global", explica Josefina Benéitez, directora de REE desde 2008.
Si el hecho de que una voz surja de una caja de plástico todavía parece
arte de magia, los efectos de recibir palabras familiares —en las voces de
Matías Prats o David Cubedo— a miles de kilómetros de distancia la hacían
doblemente milagrosa. La emisora podía ser La Pirenaica, Radio París... o el
servicio internacional de Radio Nacional. Entonces la onda corta (cuya longitud
es de 10 a 80 metros y su frecuencia de 3 a 30 megahercios) era un medio para
difundir propaganda política envuelta en tópicos, música inofensiva, fútbol,
toros...
Lejos quedan los discursos cavernarios del dictador Francisco Franco, quien
en 1942 decide que las emisiones de las nuevas instalaciones de Radio Nacional
de España (RNE) en Arganda del Rey, (Madrid) se escuchen en el extranjero.
Había emisiones previas pero no sistemáticas, la propia Radio Nacional fundada
durante la Guerra Civil en Salamanca y, todavía antes, las de E. A. Q,
Transradio Española (empezó a emitir un 14 de abril de 1932, primer aniversario
de la Segunda República).
En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, la postura oficial que emiten las
ondas es proalemana; luego sería anticomunista. En la posguerra RNE contrata a
estonios, checos... gente del Este que difunde en su lengua la propaganda del
régimen. "Cuando terminó la Guerra Fría se anularon esos puestos y esas
personas pasaron a otras ocupaciones", rememora Francisco José Montes,
autor de Los orígenes de la radiodifusión exterior en España.
Miguel Bosé y su álbum homónimo suena en las ondas en 1978. Es entonces
cuando Radio Exterior recibe su denominación actual. Se abandona el folclore
mal entendido y el tono propagandístico, ya lánguido, se extingue. Las cosas
cambian definitivamente tras la caída del Muro de Berlín: "La onda corta
deja de ser un arma de defensa y ataque y se convierte en un arma de relaciones
públicas", señala Montes.
En este 2012, La voz que llega a todos los continentes (ese es su lema)
emite en seis idiomas extranjeros y también en castellano, gallego, catalán y
euskera. Tiene una potente web, además de un servicio vía satélite. Un 15 de
marzo comenzó a emitir. Hoy se traslada a la sede del Instituto Cervantes, en
Madrid, desde donde ofrece 17 programas en una jornada de puertas abiertas.
Los visitantes verán desde las 9.00 cómo se hacen los
programas en directo. A mediodía Víctor García de la Concha, director del
Cervantes, participa en Un idioma sin fronteras, espacio de lengua y
literatura. A las 15.00 se emite Españoles en la mar, en el que intervienen
pescadores y el ministro de Defensa. A las 18.00 llegan las emisiones en lenguas
extranjeras. El broche lo pone a las diez de la noche Hora América, con
actualidad iberoamericana.
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