Parece improbable que en el actual ciclo de negociaciones entre israelíes y palestinos se llegue a un acuerdo basado en el intercambio de paz por territorios. Sin embargo, esa es la parte sencilla del problema. Si se llegara a un arreglo sobre la coexistencia de dos Estados, se abriría un frente inmensamente complejo: el de los refugiados. Incluso asumiendo que el derecho al retorno se resolviera con unos casos simbólicos y el resto se acomodara en un Estado palestino, habría que pagar compensaciones por las propiedades perdidas. Las cifras que se barajan para los palestinos oscilan entre 2.500 y 40.000 millones de dólares (entre 2.000 y 32.000 millones de euros). E Israel esgrime ahora sus propios refugiados.
luns, 17 de maio de 2010
El precio de no volver
En estos días se cumplen 62 años de la creación del Estado de Israel. La inicial guerra entre judíos y palestinos, ampliada luego a numerosos países árabes, expulsó de territorio israelí a unas 710.000 personas, según la ONU. Esas personas dejaron atrás una enorme cantidad de propiedades inmobiliarias, además de equipamiento y otros bienes, de las que, con sucesivas leyes, se incautó el Estado de Israel.
Subscribirse a:
Publicar comentarios (Atom)
Ningún comentario:
Publicar un comentario