luns, 17 de maio de 2010

El precio de no volver



ENRIC GONZÁLEZ - Jerusalén
EL PAÍS - Internacional - 16-05-2010

Parece improbable que en el actual ciclo de negociaciones entre israelíes y palestinos se llegue a un acuerdo basado en el intercambio de paz por territorios. Sin embargo, esa es la parte sencilla del problema. Si se llegara a un arreglo sobre la coexistencia de dos Estados, se abriría un frente inmensamente complejo: el de los refugiados. Incluso asumiendo que el derecho al retorno se resolviera con unos casos simbólicos y el resto se acomodara en un Estado palestino, habría que pagar compensaciones por las propiedades perdidas. Las cifras que se barajan para los palestinos oscilan entre 2.500 y 40.000 millones de dólares (entre 2.000 y 32.000 millones de euros). E Israel esgrime ahora sus propios refugiados.

Entre 2001 y 2002, Israel empezó a recopilar por su parte información sobre los judíos que habían sido forzados a abandonar los países árabes, especialmente Irak, después de 1948. En total, más de 600.000 personas. No ha publicado ninguna lista sobre propiedades usurpadas a esas personas, aunque sus portavoces afirman que "la lista existe" y se dará a conocer. "Los judíos de los países árabes no se convirtieron en refugiados por una situación de guerra, como los palestinos, sino en tiempo de paz, y eso es un agravante", sostiene la coronel Eisin, que evoca los pogromos antijudíos registrados en diversos países árabes, inmediatamente antes de 1948 y después de esa fecha. Israel reclama además que se le compense por los gastos de "integrar" a esos "refugiados", considerados durante décadas inmigrantes como los demás.

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