luns, 21 de xuño de 2010

"Abrir las fosas no es un favor a las víctimas; es una obligación"



NATALIA JUNQUERA - Madrid
EL PAÍS - España - 17-06-2010

"Siento mucha envidia. Es sana, pero envidia. Porque allí, habiendo pasado menos tiempo, con muchas menos víctimas y menos drama que en España, han ido mucho más allá que nosotros", confesaba Fausto Canales, de 75 años, hijo de un fusilado en 1936 cuyo cuerpo fue robado y enterrado en el Valle de los Caídos, tras escuchar a Luis Fondebrider, director y fundador del Centro Argentino de Antropología Forense. Fondebrider acababa de hacer un balance de las políticas de justicia y reparación para las víctimas de la dictadura argentina inimaginable para las de la española: 1.000 procesos judiciales abiertos, 634 procesados, 101 bebés robados recuperados, 350 cuerpos identificados y un banco de sangre propiedad del Estado con 6.500 muestras para poder poner nombre y apellidos a más víctimas.

- Por qué Argentina tan rápido y España tan lento. Fondebrider asegura que la clave del proceso argentino ha sido "la fuerza y la perseverancia de los familiares y los organismos de defensa de derechos humanos". "Si en Argentina hubiera ocurrido algo parecido a lo del juez Garzón, los argentinos habrían tomado el Supremo", afirma. "Cada año, las fuerzas armadas envían al Parlamento una lista de ascensos militares. La lista es revisada por organismos de derechos humanos que estudian si alguno participó en la dictadura. También ha sido muy importante el apoyo internacional. EE UU ha contribuido mucho financieramente, también países de Europa Occidental". Y finalmente una conciencia social. "Hoy en día muy pocas personas cuestionan en Argentina que lo que sucedió durante la dictadura fue un plan sistemático para eliminar a una parte importante de la sociedad".

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