martes, 15 de xuño de 2010

Un paréntesis en la esclavitud



ÁNGELES GARCÍA - Madrid
EL PAÍS - Tendencias - 13-06-2010

Unas 150.000 mujeres filipinas trabajan como internas en el servicio doméstico en Hong Kong, según los registros oficiales. Pero la realidad duplica esa cifra. Sometidas a abusivos contratos -pese a que su cualificación incluye el dominio del inglés-, trabajan seis días a la semana por unos 250 euros mensuales. Su única jornada libre es el domingo. Ese día toman el centro de la ciudad.

La cita empieza al amanecer y termina hacia las 20.00. Las trabajadoras se reúnen en torno al lujosísimo edificio del centro financiero construido por Norman Foster. Bailan, comen, juegan al bingo y preparan paquetes que envían a sus familiares. Con este impactante espectáculo se encontró Marisa González (Bilbao, 1945) cuando volvía junto a su marido de un recorrido turístico por Vietnam. Artista multidisciplinar con una consolidada obra inspirada en los desajustes sociales y los abusos contra las mujeres, Marisa González no pasó de largo ante un motivo tan fuerte de inspiración como el que tenía ante sus ojos. El resultado se puede ver hasta finales de julio en el nuevo espacio de la galería Evelyn Botella de Madrid: una exposición con una treintena de impactantes fotografías y una película de 50 minutos en la que algunas de las protagonistas dan detalles de su vida de sirvientas y el sufrimiento por el destierro económico en Filipinas, un país del que cada año se marcha un millón de personas.

Ningún comentario:

Publicar un comentario