DIANA MANDIÁ - Santiago
EL PAÍS - 09-09-2010
Los escritores y cronistas de la época, maravillados por el halo romántico que acompañaba a los fugitivos, no se cansaban de repetir que Mamed Casanova, Toribio, el más famoso bandolero gallego de principios del siglo XX, tenía tanta fuerza que ni los grilletes de las numerosas cárceles en las que estuvo preso podían con él, o que una urraca le avisaba de la presencia de la Guardia Civil durante los tres años que vivió huído en el monte. Retratado en infinidad de crónicas, artículos y novelas - el escritor Higinio Puentes noveló su vida en 2000 -acaba de llegar a las librerías O fillo da furia (Demo Editorial, 2010), un cómic creado a cuatro manos por el periodista Manolo López Poy y el diseñador gráfico Miguel Fernández. A modo de novela negra, el género preferido de Fernández, la obra retrata las peripecias de Mamed Casanova y su evasión desesperada de la justicia, que lo acusaba de robar, violar y matar en las tierras de Ortigueira.
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