PATRICIA TUBELLA - LondresEL PAÍS - Cultura - 02-09-2010
Eadweard Muybridge consiguió demostrar que un caballo podía volar. La galería Tate Britain se ciñe estrictamente a la verdad en su carta de presentación del fotógrafo angloamericano del siglo XIX, el primero en registrar en imágenes el movimiento de seres vivos. La famosa secuencia del desplazamiento de una yegua a pleno galope, capturada por una sucesión de cámaras, encabeza la colección de centenar y medio de los trabajos de este pionero que el museo londinense desplegará a partir del 8 de septiembre (hasta el 16 de enero). El experimento fue el mero fruto de una apuesta, pero el autor acabó haciendo historia.
El equino en cuestión efectivamente presenta en Horses. running (1879) las cuatro patas suspendidas en el aire. El empresario y gobernador de California Leland Stanford -fundador de la universidad que lleva su apellido- apostó con otro prohombre californiano que era posible capturar ese momento (el vuelo del caballo) y para ello contrató a Muybridge, un artista obsesionado en retratar esos momentos que escapan al ojo humano.
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