xoves, 2 de setembro de 2010

El médico que burló a la Gestapo



CARLOS PREGO - Santiago
EL PAÍS - 31-08-2010

La infancia a caballo entre embajadas sudamericanas, las grandes cities británicas y su Vigo natal hicieron de Eduardo Martínez Alonso (Vigo, 1903) un gentleman de sonrisa gallega. Su vocación médica y una ética contraria al embozo de las banderas pusieron el resto para convertirlo en uno de los 164 agentes secretos españoles (SOE, en sus siglas en inglés) con los que el Gobierno de Winston Churchill salvó en los años cuarenta a 300.000 refugiados huidos de la Alemana nazi. Su misión consistía en burlar los controles de la Gestapo para que polacos y judíos pudiesen alcanzar sin riesgo la frontera lusa.

Ningún plan dura eternamente y en 1942, cuando las investigaciones de la Gestapo cercaron a Martínez, el MI6 decidió sacarlo de España. Tras casarse el 3 de enero, Eduardo y Ramona viajaron en luna de miel a Lisboa en lo que constituía una huida camuflada a Londres. El exilio duró cuatro años, pero no puso fin a la colaboración de Martínez con la inteligencia británica. Cómo consiguió regresar a España en 1946 e instalarse cómodamente en Madrid es uno de los enigmas que ha centrado las investigaciones de Patricia a lo largo de los últimos años. Para ella la respuesta es clara. El papel neutral de España durante la II Guerra Mundial permitió a los aliados una "intervención en los asuntos internos" del Régimen franquista. La buena posición social de Martínez y su falta de relaciones con la República hacían que el riesgo lo representase la Gestapo, no la dictadura. "Mi padre era afranquista", aclara Patricia, "él sólo era un monárquico partidario de Alfonso XIII".

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