martes, 28 de setembro de 2010

El diálogo y la escuela logran integrar a los inmigrantes

La Secretaría de Estado de Inmigración ensalza las prácticas de nueve municipios punteros en convivencia. La educación, los espacios comunes y el acceso al trabajo son claves
DANIEL AYLLÓN MADRID 27/09/2010
Frente a las políticas disuasorias y de recorte de derechos para los inmigrantes (deportación de gitanos a Rumanía, prohibición de construir mezquitas, negación del registro en el padrón municipal, matriculación de niños en sistemas educativos paralelos...), algunos municipios españoles han puesto en marcha iniciativas de integración basadas en el diálogo, la convivencia, el conocimiento de las costumbres y la integración educativa y social.
En algunos, la tasa de población extranjera es alta. Roquetas de Mar (Almería) y Santa Coloma (Barcelona), por ejemplo, gestionan más de cien nacionalidades distintas. Las diferencias culturales y económicas han provocado, en ocasiones, pequeños conflictos vecinales. Pero desde el primer gran brote racista hace diez años, en El Ejido España apenas ha registrado graves incidentes. Para los colectivos que trabajan con inmigrantes, se trata de un fenómeno curioso dado que el país ha recibido a cinco millones de extranjeros en una década.
Foros de diálogo vecinal
En los últimos años, han ganado peso proyectos como los foros locales, en los que participan asociaciones de inmigrantes, de vecinos, sindicatos y agentes económicos municipales. En localidades como Leganés (Madrid), se celebran cada mes. Además, su policía municipal instruye a los agentes con cursos sobre la forma de vida de colectivos peculiares como el chino o el rumano.
Los proyectos del municipio llamaron la atención de la Secretaría de Estado de Inmigración, que lo incluyó entre las nueve localidades con políticas de integración punteras de 2009. En la lista también aparecen Roquetas de Mar (Almería), Mataró, Santa Coloma y Terrassa (Barcelona), Alzira (Valencia), Castellón, Cartagena (Murcia) y Huesca.
Además de estas iniciativas, el Ministerio de Trabajo e Inmigración puso en marcha en 2009 un proyecto piloto de integración en barrios conflictivos de Cádiz, Granada y Almería. "Son modelos distintos. Uno con mucha inmigración, alguno con conflictos, otro sin ellos les dimos herramientas a los vecinos, que han creado iniciativas como limpiar el barrio, crear espacios de convivencia, mejorar las medidas de habitabilidad, trabajar con las mujeres...", describe la directora general de Integración de los Inmigrantes, Estrella Rodríguez, que defiende estas iniciativas frente a las expulsiones "populistas" de gitanos de Francia.
Facilitar el acceso al empleo
El empleo es otro de los pilares de la integración. Para facilitar su búsqueda, Rodríguez es partidaria de no crear espacios específicos para inmigrantes, sino facilitarles el conocimiento de los recursos que hay disponibles para la población general, dado que los utilizan mucho menos que los españoles.
El Departamento de Acción Social y Ciudadanía de la Generalitat de Catalunya presentó la semana pasada la Guía de experiencias para el fomento de la convivencia desde el tejido asociativo, que desglosa 29 nuevas iniciativas y experiencias de buenas prácticas impulsadas por entidades catalanas. Destacan, por ejemplo, la promoción de espacios de convivencia, proyectos educativos o bibliotecas vecinales.
Las segundas generaciones
A nivel nacional, la educación será un pilar fundamental del nuevo Plan Estratégico de Integración y Ciudadanía 2011-2014, del Ministerio de Trabajo e Inmigración. Los planes educativos fomentarán la inclusión de las segundas generaciones para evitar que se produzcan altercados como los que tuvieron lugar en las barriadas de París en 2005, en los que chicos de tercera y cuarta generación quemaron 28.000 coches como señal de protesta por su exclusión.
Uno de los fenómenos que más preocupan a la Secretaría de Estado de Inmigración es la creación de guetos escolares y sociales. Para disolver estas concentraciones, localidades como Mataró (Barcelona) han establecido un cupo mínimo del 20% de alumnos extranjeros en cada aula.
Rechazo a los espacios específicos
Educación. Aulas de bienvenida
La Generalitat de Catalunya puso en marcha en 2008 centros especiales para alumnos inmigrantes fuera de la red escolar general. En estas aulas, se educa a los que el sistema considera que no pueden incorporarse al ritmo escolar (por desconocimiento de la lengua, por ejemplo). Los críticos consideran que esta política excluyente es negativa y que la velocidad de aprendizaje de los niños no la hace necesaria.
Recursos. Espacios para inmigrantes
La Comunidad de Madrid ha promovido en los últimos años la creación de los Centros de Participación e Integración de Inmigrantes (CEPI), por nacionalidades. Las ONG y asociaciones reclaman que los inmigrantes acudan a los mismos espacios que los españoles para fomentar su integración. 

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