martes, 14 de setembro de 2010

Feria antes que pueblo



DANIEL SALGADO - Santiago
EL PAÍS - 12-09-2010

A escasos kilómetros del corazón geográfico de Galicia hace 500 años que gentes de toda condición y parte se reúnen para comerciar. "En la fer de Monterroso", comenzaba un acta del escribano Juan López, datada en marzo de 1557, la mención más antigua conocida a la feria de Monterroso. Ese documento, exhumado por la profesora María Xosé Gómez Alvite, registraba la venta de propiedades en las aldeas de San Lorenzo y Santa María de Pedraza efectuada por Juan de Rivadulla. El Ayuntamiento de la localidad lucense conmemora, a lo largo de todo el año, medio milenio de intercambio comercial en lugar.

Las vacas han perdido ahora su condición de estrellas. Los ganaderos prefieren negociar dentro de las cooperativas o esperar a los vendedores ambulantes que se acercan a las granjas. "Así evitan que los animales se rompan una pata o el trabajo de transportarlos hasta el mercado", explica Antonio Gato. Es el intercambio de caballos el que se ha recuperado, aunque para funciones distintas a las de hace cuatro o cinco décadas, cuando se los llevaban para hacer de tracción de arados en las llanuras castellanas, andaluzas o extremeñas. Un No-Do, el noticiario franquista, de 1952 cifraba en 12.500.000 las antiguas pesetas que cambiaban de manos en un 1 de noviembre -el mercado de Santos, el más importante del año. Con todo, no existe una estimación del dinero que mueve una feria de Monterroso en el siglo XXI. Y la economía sumergida se encuentra a la orden del día.

Ningún comentario:

Publicar un comentario