ELPAIS.com - Internacional - 02-09-2010
El más famoso de los cazanazis, Simon Wiesenthal, era agente del Mosad, según documentos aportados por sus sucesores. Este superviviente del Holocausto, que dedicó su vida a localizar criminales de guerra nazis, no era, como se le consideraba, un justiciero solitario, sino que instaló su oficina en Viena gracias a la financiación de los servicios secretos israelíes, a los que pasaba información de científicos de misiles e ingenieros alemanes que vivían en Egipto.
Estos datos aparecen en un libro que sale hoy a la venta, Wiesenthal, la biografía, del historiador y periodista israelí Tom Segev, que también revela que Israel se implicó más en la captura de los nazis de lo que se conocía anteriormente. Así, relata una operación israelí fallida para capturar a Adolf Eichmann en Austria en 1948, según el diario Haaretz .
Durante el Holocausto, Wiesenthal, un joven arquitecto judío nacido en 1908 en Buczacz (Imperio Austrohúngaro, hoy Ucrania), estuvo prisionero en cinco campos de concentración y perdió, junto a su esposa, a 89 parientes. El cazanazis murió en 2005 en Viena a los 97 años.
Su labor para localizar a los criminales de guerra y llevarlos ante la justicia, al frente del centro que lleva su nombre, tuvo reconocimiento en todo el mundo, pero también fue polémica, con acusaciones de que era un incompetente y un ególatra que había entorpecido la captura de algunos nazis al difundir informaciones falsas.
La tarea de Wiesenthal, que ya durante su confinamiento anotó y memorizó datos sobre carceleros y víctimas, comenzó al finalizar la guerra, cuando contactó con el espionaje estadounidense y le proporcionó nombres de criminales nazis. Cuando se creó el Estado de Israel, fue reclutado para trabajar con el predecesor del Mosad, el departamento de estado del Ministerio de Exteriores. Aunque no era israelí, recibió un pasaporte israelí con el que permaneció en Austria.
En diciembre de 1948, el departamento envió tres agentes a Austria, encabezados por el oficial del Ejército Michael Bloch. La misión, en colaboración con Wiesenthal y los servicios de seguridad austriacos, consistía en aguardar a Eichmann, responsable directo de la exterminación de judíos, en el pueblo alpino de Altaussee, donde se esperaba que acudiera para visitar a su mujer y a sus hijos. Sin embargo, Eichmann, que escapó del campo de prisioneros de Guerra estadounidense de Oberdachstetten, no apareció. No fue hasta 1960 que fue capturado en Buenos Aires. Eichmann fue ejecutado dos años después.
Wiesenthal comenzó a trabajar para el Mosad tras la captura del cerebro de la solución final, labor que continuó durante 10 años. Su principal misión era facilitar pistas sobre los criminales nazis, aunque también pasaba información sobre otras personas. El Mosad, a cambio, le pagaba unos 300 dólares al mes en efectivo. En 1984, los comunistas checos le acusaron de pertenecer a los servicios secretos israelíes, aunque nunca se confirmó.
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