La decisión del tribunal evita que muera lapidada por adulterio,
pero no que sea ejecutada, ya que el asesinato en Irán es castigado con la
horca
PÚBLICO.ES / EFE Teherán 27/09/2010
El
fiscal general del Irán, Gholam Husein Mohseni Ejei, anunció hoy que Sakineh
Mohamadi Ashtiani ha sido condenada a muerte por el segundo de los dos
delitos y castigada por ello a la horca.
La
mujer iraní había sido acusada de adulterio y complicidad en el asesinato de su
marido.
En
declaraciones divulgadas este lunes por la agencia de noticias local Mehr, el
clérigo explicó que "de acuerdo con la decisión del tribunal, ha sido
acusada de asesinato y la pena por este delito tiene preeminencia sobre el otro
de adulterio".
La
decisión del tribunal evita que la mujer muera lapidada, pero no que sea
ejecutada, ya que el asesinato en Irán es castigado con la horca. "La
cuestión no debe ser politizada. El Poder Judicial no se puede dejar influir
por la campaña de propaganda emprendida en Occidente", agregó.
Lapidación
Meses
atrás, el abogado de la acusada, Mohamad Mostafei afirmó que Ashtiani, de 43
años, había sido condenada por adulterio y que sería ejecutada por lapidación.
La pena despertó una oleada de críticas y protestas internacionales contra
Irán, lo que obligó al régimen a suspender la sentencia y afirmar que se
encontraba bajo revisión.
Una
mujer, a la que la televisión estatal identificó como la propia Ashtiani, confesó en la
pequeña pantalla días atrás haber mantenido una relación fuera del
matrimonio con un hombre y haber participado en la muerte de su marido.
La
supuesta condenada criticó, asimismo, la campaña emprendida por su
abogado.
El
régimen iraní acusó la semana pasada al letrado de haber aprovechado, en
beneficio propio, el interés mundial que desató el caso para pedir asilo
político en Noruega, donde se encuentra con su familia.
Polémica
en el seno del régimen iraní
"El
abogado ha intentado politizar el caso asegurando que su propia vida estaba en
peligro por defender a la mujer, pero sus argumentos solo persiguen sus
intereses propios", afirmó Mehmanparast durante su rueda de prensa
semanal. El caso también ha abierto una agria polémica en el seno del régimen
iraní, con declaraciones contradictorias entre el ejecutivo y el Poder judicial.
La semana pasada,el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, reiteró que no
existía la condena a muerte y que se trataba, igualmente, de propaganda, pero
luego comparó su caso con el de Teresa Lewis, la mujer que el pasado
jueves fue ejecutada en
Estados Unidos por un delito similar. Irán es, junto a Estados
Unidos, China y Arabia Saudí, uno de los países del mundo que más penas
capitales aplica en el mundo.
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