Era un historiador clave para entender la Guerra Civil
española
Su libro Blood of Spain (1979), traducido al castellano como Recuérdalo
tú y recuérdalo a otros (Crítica), fue la primera guía para descubrir las
historias escondidas de la Guerra Civil española, la opinión de hombres y
mujeres, vencedores y vencidos, que rara vez aparecían representadas en los
documentos históricos. Ronald Fraser, que murió el viernes en Valencia, aportó
energía y creatividad a la escritura de la historia. Con las fuentes orales
como principal munición, abrió múltiples caminos hasta entonces inexplorados y
elaboró una historia "desde abajo", la primera de ese tipo que se
hacía sobre nuestra Guerra Civil, para captar, según sus palabras, "la
experiencia vivida por las personas que participaron en los hechos".
Fraser, que entonces ya había publicado en inglés la historia de un topo,
Manuel Cortés, el alcalde republicano de Mijas (Escondido, Institució
Alfons el Magnànim), y después una brillante inmersión en los traumas de ese
pueblo malagueño durante el siglo XX, recogió en sus investigaciones los aires
renovadores que soplaban entonces en amplios círculos de la historia social
marxista británica, el cruce de caminos entre la historia, la sociología y la
antropología. Acababan de aparecer dos revistas científicas que ahora nos
resultan clásicas, Social history y History worshop, y Paul
Thomson había publicado un año antes de la obra de Fraser The voices of the
past, (edición española en Institució Alfons el Magnànim), una de las
primeras introducciones al método y significado de la historia oral. De ese
contexto interdisciplinario y del interés por sacar a la luz las voces ocultas
del pasado, que no habían podido expresarse durante la larga dictadura de
Franco, salió la obra de Fraser.
Escribió historia con la agudeza de ingenio de un novelista, el método de
un antropólogo y la visión crítica de un periodista político. Su última y
monumental obra, La maldita guerra de España (Crítica, 2006), una
historia social de la Guerra de la Independencia, es la mejor muestra de esa
pasión intelectual por nuestra historia que atravesaba disciplinas y periodos.
Uno de los principales valores de su obra, y es por lo que muchos la
admiramos desde nuestra primera lectura, es que transmitía las entrevistas como
narraciones, con un estilo y lenguaje que sintetizaba de forma magistral la
doble faceta objetiva y subjetiva de la historia. Con su obra en la mano, era
más fácil defender que la historia oral era algo más que una subdisciplina de
la historia, luchar frente a la resistencia e indiferencia que las fuentes
orales suscitaban, y suscitan, en una profesión dominada por la veneración del
documento escrito.
Ronald Fraser era un hombre del mundo, nacido en Hamburgo
en 1930, de padre escocés y madre norteamericana, educado en Inglaterra,
Estados Unidos y Suiza, que vivió los últimos 25 años en Valencia con la
historiadora Aurora Bosch. Ronnie me honró con su amistad, en Londres y en
España, y para mí siempre fue un referente en el aprendizaje de cómo imaginar y
escribir historias. Yo lo recordaré y se lo recordaré a otros.
Ningún comentario:
Publicar un comentario