'Público' accede al informe científico que la policía elaboró sobre el magnicidio
PEDRO ÁGUEDA
MADRID20/12/2010
Visitó al comando en Madrid, pero no participó en el atentado. Aún se especula con su liderazgo en la organización terrorista.
La organización terrorista ETA recorre en estos momentos el
tramo final de su historia, al menos como el grupo que ha logrado
convulsionar con violencia la vida política española durante medio
siglo. En eso coinciden las Fuerzas de Seguridad que han dedicado todo
este tiempo a combatirla y aquellos que han justificado sus atentados
antes y después de la llegada de la democracia. Pero ninguno de ellos se atreve a poner fecha a ese final.
Sólo
el pasado alberga certezas y una de ellas dice que un día como hoy,
hace 37 años, ETA cometió su atentado más influyente en la historia de
España: el asesinato del penúltimo presidente del Gobierno del
franquismo, el almirante Luis Carrero Blanco. En este aniversario, Público ha tenido acceso al original del informe científico que la policía elaboró en las horas que siguieron al magnicidio.
Unos falsos autores del atentado dieron una rueda de prensa en Burdeos
Ese
informe del Laboratorio de Técnica Policial adjunta una carta, cuya
existencia no ha sido revelada hasta ahora, que la policía encontró en
uno de los registros. Su contenido apunta a un nuevo escenario de la
trama que no había trascendido: Andalucía. Fechada en Sevilla el 7 de
diciembre, 13 días antes del atentado, la carta apareció en uno de los
bolsillos delanteros de un pantalón vaquero Levi's, abandonado en el
sótano de la calle Claudio Coello.
"No hemos conseguido encontraros casa en Sevilla, pero sí en el Puerto de los Maricones. Esto os obliga a hacer el viaje en una sola etapa (...). Si veis que la acción es demasiado arriesgada, dejadla. Queda a vuestro criterio realizarla o no.
Recordad, el éxito de la retirada depende de la velocidad de vuestros
movimientos. Conseguid un buen coche: no importa el precio. Agur".
A
pesar de esa carta, la policía creyó que los tres autores materiales
del atentado se escondieron en Madrid hasta que disminuyó la presión
policial, luego en el País Vasco y que desde Hondarribia cruzaron la frontera a Francia en enero del año siguiente. Sin embargo, el contenido de la misiva apunta a que el comando Txikia
intentó desorientar a las Fuerzas de Seguridad huyendo hacia el sur,
sirviéndose de la infraestructura que otros miembros de la banda, ya
establecidos en Andalucía, pudieron haberles facilitado. También pudiera
tratarse de una pista falsa y que tanto el origen de la misiva como el
contenido no fueran más que claves.
"Hemos conseguido casa en el Puerto de los Maricones", dice la misiva
La rueda de prensa
De
hecho, ETA realizó varias maniobras de distracción. Seis días después
del atentado, cuatro encapuchados se presentaron como los autores
materiales y dieron una rueda de prensa en Burdeos para medios de
comunicación no españoles. ETA pretendía hacer creer que los autores ya
estaban a salvo en el refugio francés, pero lo cierto es que ninguno de
los comparecientes había sido autor material del mismo.
Fueron Jesús Zugarramurdi, jefe del comando; José Miguel Beñarán, Argala,
y José María Larreategui, que provisto de cejas y bigote postizos había
alquilado el sótano de la calle Claudio Coello, los encargados de
rematar un plan en el que habían participado una decena de etarras.
ETA llamó 'operación Ogro' al plan tras ver en persona a Carrero
El
informe del Laboratorio de Técnica Policial identificó, sin embargo, a
nueve miembros de la banda, porque de todos ellos encontró huellas en
alguno de los escenarios de la operación Ogro,
el nombre con el que los autores bautizaron el plan tras ver por
primera vez en persona a Carrero Blanco y sorprenderse de sus pobladas
cejas. Entre los etarras identificados aparecen el mencionado Argala y un jovencísimo José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera,
irreconocible en la ficha policial de la época. La presencia de este en
un piso utilizado por el comando se debe a la visita que realizó a Madrid en la primavera de 1973
para participar, junto a una treintena de responsables de la banda, en
una asamblea reducida (Batzar Txikia) que se celebró en Getafe, según
rememora el periodista Florencio Domínguez.
El informe de la ya desaparecida Comisaría General de Investigación
Criminal incluye un amplio reportaje fotográfico sobre los efectos del
atentado. Entre ellos el que resultó inmediatamente visible para los
vecinos, un inmenso cráter a la altura del número 104 de la calle
Claudio Coello. Y el que descubrieron minutos después, los restos del
Dodge Dart de Carrero Blanco. "Por efectos de la explosión el coche fue proyectado hacia arriba,
salvó el tejado del edificio número 129 de la calle Claudio Coello,
residencia de los Padres Jesuitas, tejado que tiene una anchura de 20
centímetros, y cayó al patio interior", describe el informe policial. En
total, un salto de 30 metros, según calculó la Policía.
Las huellas de 'Josu Ternera' aparecieron en un piso de la calle Mirlo
En
la calle, los agentes encontraron una cartera de cuero negro que
contenía "el dispositivo utilizado para la explosión". Los miembros del comando Txikia se disfrazaron con monos de trabajo y contestaban a los porteros de las fincas que les preguntaban que estaban realizando una instalación de luz para un supuesto escultor.
En
el croquis del pequeño local está señalada la ubicación de los sacos
militares utilizados para sacar la tierra del tunel excavado. Su
aparición se sumó a las múltiples teorías conspirativas que sucedieron
al atentado. Lo cierto es que el comando había actuado en Madrid durante
todo un año, incluidos robos a armerías e instalaciones militares y en uno de ellos podían haber obtenido los sacos. El comando Txikia
planeó en un primer momento secuestrar a Carrero, pero el incremento en
las medidas de seguridad en torno a él tras ser nombrado presidente les
hizo cambiar de planes. Los etarras llegaron a comulgar a su lado en la
iglesia a la que acudía todas las mañanas. Esa rutina lo convirtió en
un blanco fácil .
Seis fichas de los etarras que dejaron su rastro
Jesus Zugarramurdi, 'Kixkur'
Considerado por la investigación jefe del comando y autor material. En 1983 fue herido de bala en un atentado de los GAL.
José Miguel Beñarán, 'Argala'
En venganza, un grupo de militares lo asesinó cinco años después. Se convirtió en un símbolo para ETA.Visitó al comando en Madrid, pero no participó en el atentado. Aún se especula con su liderazgo en la organización terrorista.
Ignacio Peréz Beotegi, 'Wilson'
Participó en los preparativos, pero salió de Madrid antes del atentado. Se cree que tradujo la rueda de prensa al inglés.
Javier Larreategi, 'Atxulo'
Falleció en 2008. Disfrazado con bigote y peluca, alquiló el sótano desde el que se excavó el túnel para colocar la bomba.
El almirante Carrero Blanco(q.e.p.d) tenía raíces familiares en Orense.
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