Emilia Docet, 'sex symbol' de la República, militó con los padres del
nacionalismo
DIEGO GIRÁLDEZ - Vigo - 09/01/2011
Emilia Docet nació en Vigo en 1913, cuando al marketing se le
llamaba propaganda y el concepto de ciberpolítica no existía ni soñado. En el año
1933 fue elegida Miss España y, casi sin darle tiempo a desprenderse de la
banda, se convirtió en la imagen del recién constituido Partido Galeguista
(PG), la primera expresión política del nacionalismo gallego y organización que
más tarde se integraría en el Frente Popular. La imagen de un famoso es un buen
reclamo, y el PG contaba con la miss para impulsar su mensaje político
exactamente igual que lo hacía La Peninsular -empresa de la que era imagen-
para promocionar sus galletas Pitusín.
alcanzó una importante repercusión. Todos estábamos un poco sorprendidos
de que una mujer que había ganado un certamen de esas características hubiese
tenido aquella actividad tan marcadamente galleguista", comenta el
cooperativista histórico Avelino Pousa Antelo. "Además, el PG estaba
conformándose y no cabe duda de que la imagen de una mujer que tenía tanta
presencia en los medios era una buena propaganda". Docet, por aquella época,
era una celebridad que apostaba por dos maneras de respirar un tanto dispares
y, en principio, sociopolíticamente contradictorias: tan Miss España como
galleguista. Es cierto que el partido del icono nacionalista Castelao o del
escritor Vicente Risco aprovechó el tirón mediático de la modelo, pero también
lo es que la viguesa no se habría involucrado con esa contundencia si su
ideología no fuese afín al ideario del PG. "Su implicación política tenía
raíces en la relación familiar que mantenía con la esposa de Núñez Búa",
apunta el intelectual galleguista Isaac Díaz Pardo. "La compañera de Xosé
Núñez Búa, maestro exiliado en Argentina y uno de los fundadores del PG, era
pariente de la modelo. Recuerdo hablar con ella, Olivia Valladares Docet, sobre
Emilia en Buenos Aires".
Su vinculación con el partido fue realmente importante. Emilia Docet llegó
a participar en el famoso Mitin das Arengas de 1934, en la Praza da Quintana de
Santiago de Compostela, junto a la plana mayor del galleguismo republicano:
Castelao, Alexandre Bóveda, el intelectual Otero Pedrayo o Valentín Paz
Andrade. Se convirtió en la primera mujer que lo hacía y, según las crónicas de
la prensa, pronunció uno de los discursos más bellos y sólidos. También destacó
por su implicación social: se presentó ante el ministro de Agricultura
republicano para pedirle que levantara el embargo a los 7.000 campesinos
avalistas del préstamo estatal -concedido años antes por Primo de Rivera- para
construir el matadero de O Porriño (Pontevedra).
El investigador Xosé Ramón Paz Antón, estudioso del contexto histórico en
el que Docet empezó a ser conocida, cree que la viguesa "fue una
representante de las nuevas mujeres que surgieron en los años veinte: otras
ropas, cosmopolitismo, deportes, conducir coches...". Paz Antón recuerda
haber leído en prensa un episodio protagonizado por la modelo que refleja el
carácter que la definía: eran las fiestas de San Telmo en Tui y la invitaron a
participar en una demostración de natación en el río (era una fantástica
nadadora en el estilo crawl). Se montó cierto revuelo por el hecho de
que aquella señorita se hubiese presentado allí en bañador. Ante esta situación,
Emilia dio media vuelta y se negó a hacer la demostración. "En cierta
ocasión tuve la oportunidad de hablar con un hijo de Docet. Recuerdo que le
dije que su madre era una diva. No le pareció nada bien... Yo en absoluto lo
había dicho en sentido peyorativo, al contrario", recuerda Pousa.
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