xoves, 6 de xaneiro de 2011

Solo el 28% de las asesinadas había denunciado a su agresor

La dependencia económica, la emocional y los hijos dificultan pedir ayuda - En 2010 ha habido 15 mujeres muertas más que el año pasado

MARÍA R. SAHUQUILLO - Madrid - 
Por los hijos. Por dependencia económica. O emocional. Porque no se atreven a hacerlo. Solo el 28% de las mujeres asesinadas este año a manos de sus parejas o ex parejas había denunciado a su maltratador. Únicamente 20 de las 71 víctimas mortales. Una cifra que revela un problema que alarma a los expertos que, al hacer balance de uno de los años más negros de esta lacra, se preguntan por qué a pesar de las campañas aún existe una bolsa de maltrato oculta. Desde 2006 -cuando se incluyó esta variable en las estadísticas-, el porcentaje de víctimas mortales de violencia de género que había denunciado nunca ha pasado del 31%.
Este año tampoco. Los logros de 2009, cuando se consiguió que hubiera menos asesinatos de género, se han diluido en 2010. Las cifras han vuelto a repuntar. Este año los machistas han asesinado a 15 mujeres más que el anterior. La lacra no cesa y las autoridades advierten: si no hay denuncia, es muy difícil por ahora brindar la protección que las víctimas precisan.
Carmen tardó años en dar el paso. En los más de 10 que llevaba casada, los malos tratos físicos y psicológicos fueron constantes. Prefiere no dar su verdadero nombre, y con voz muy suave cuenta que se casó joven, con apenas 20 años, y que los golpes llegaron muy pronto. "Antes ya me había apartado de mi familia y de mi entorno. Cuando me dio la primera bofetada yo ya vivía por él y para él. Me sentía inútil, ridícula, tonta", recuerda. Pronto llegó su primer hijo. Y después el segundo. Pensó que ya no podía dejarle.
Esta mujer de 32 años explica que se sentía como una muñeca que intentaba no enfadar al ogro. "Pero siempre encontraba motivos para la bronca", narra. "No podía hacer nada. Me ocupaba de los niños y de la casa. Me dejaba ir a rec.ogerles al cole y de vez en cuando a tomar un café con las otras madres", dice. Nunca contó a nadie lo que le estaba pasando.
El día que decidió huir fue por los niños. "El pequeño llegó histérico del cole con una carta de su profesora. Se había peleado y lloraba por miedo a que su padre se enterara", cuenta. Ese día, Carmen decidió irse. Los motivos que la habían retenido junto a su agresor se esfumaron. Los hijos, la falta de dinero, el miedo de no tener donde ir... Las lágrimas del niño los borraron esa mañana.
Los motivos de Carmen no son extraños. Son muchas las mujeres que tardan en dar el paso. O que, como más del 70% de las asesinadas este año por los machistas, nunca llegan a darlo. "Muchas de las mujeres víctimas de maltrato ven su situación como algo normal. Han vivido una serie de cosas que les han llevado a pensar incluso que lo que están pasando es su culpa y perciben la denuncia como una medida exagerada", apunta Miguel Lorente, delegado del Gobierno contra la Violencia de Género. Su percepción del riesgo que corren es baja.
También hay que tener en cuenta la parte sentimental. "Cuando la víctima piensa 'qué voy a hacer, ¿voy a denunciar a mi marido, al padre de mis hijos, para que se lo lleven esposado, para que me señalen como una mujer maltratada?", dice el delegado del Gobierno. Igualdad detecta otro factor: muchas no saben cómo les ayuda la denuncia.
Esa una de las cuestiones que apunta Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Asociación de Mujeres Divorciadas y Separadas, que lleva años trabajando con víctimas de la violencia de género. "Ellas ven que apenas hay beneficios si denuncian", critica. "Lograr medidas de protección es complicado y no quiere decir que vayan a funcionar", añade. Pérez del Campo sostiene además que la culpa de que muchas mujeres no den el paso de acudir a las autoridades es de la campaña de las denuncias falsas: "Si una maltratada percibe que se cuestionan las denuncias ve alimentados sus miedos. Ve cumplido lo que el maltratador le lleva diciendo tiempo, que nadie la va a creer".
Inmaculada Montalbán, presidenta del Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sostiene, sin embargo, que el sistema funciona. En los tres últimos años se han interpuesto 471.000 denuncias por violencia de género. Han aumentado un 17% desde 2007. "Si las mujeres no denuncian no podemos protegerlas. Eso es lo que muestran las estadísticas", esgrime. Montalbán pone un ejemplo: en los cinco años de funcionamiento de los juzgados especializados se acordaron más de 140.000 órdenes de protección y se quebrantaron con resultado de muerte 47, es decir, un 0,03%.
Que aflore esa bolsa de maltrato oculta es uno de los retos para 2011. Para ello, Igualdad pondrá en marcha programas de detección precoz en los que colaborarán médicos de atención primaria y enfermeras. Otra asignatura pendiente es concienciar a la sociedad para que denuncie. Que no lo haga solo la víctima. El 40% de los españoles culpa a la maltratada de su situación por seguir con su maltratador, según datos de Igualdad. Ante la cifra Carmen recuerda que hay muchos motivos que dificultan dar el paso.

Casadas o no, la misma violencia

Las declaraciones del obispo de Alcalá de Henares y responsable del área de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Reig Pla, que afirmó que los matrimonios católicos "son menos dados a la violencia de género que las parejas de hecho" han desatado la polémica. Las asociaciones de mujeres y los expertos han saltado al vuelo criticando con dureza las palabras de Reig Pla. La violencia se produce en cualquier tipo de familia, dicen. También en las católicas.
El 42% de las 71 mujeres víctimas mortales de la violencia machista en 2010 estaban todavía casadas, según datos de la secretaría de Estado de Igualdad. Sin embargo, si se restan a esas 71 mujeres todas aquellas que aún no estaban en edad de casarse (jóvenes de 16 años, por ejemplo), la cifra superaría el 49%. El delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente critica a Reig Pla y se pregunta: "¿Por qué en vez de excusar a los matrimonios católicos de que no sufren violencia no asumen el problema y aportan soluciones?".
También el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, opinó que la Iglesia "puede hacer mucho por la igualdad entre varones y mujeres". "Es importante", dijo, que "no equivoque el diagnóstico" sobre las causas de la violencia de género.
Igualdad se apoya en otro dato para desmontar la teoría del Obispo de Alcalá de Henares: el 54,17% de las llamadas realizadas al 016 este año para consultar problemas de violencia machista son de mujeres casadas. Un porcentaje que se eleva al 72% si se contabilizan solo a las mujeres que están en edad de casarse. Las órdenes de protección otorgadas a las víctimas también están equilibradas.

Ningún comentario:

Publicar un comentario