La réplica diplomática a Washington sube el tono de negociación -
"La única opción" es que se lleven el plutonio, según fuentes del
Ejecutivo
RAFAEL MÉNDEZ - Madrid - 16/01/2011
Palomares, 1966 |
El Gobierno exige a EE UU que aborde la limpieza de Palomares y el
traslado del plutonio que queda en la localidad de Almería "sin
dilaciones". Así lo afirma una nota verbal enviada por el Ministerio de
Exteriores a Washington el pasado 21 de diciembre. Es la respuesta al escrito
de EE UU del 16 de noviembre que, para sorpresa del Gobierno español, daba
largas a la descontaminación de Palomares. La localidad conserva en el suelo
medio kilo de plutonio del incidente nuclear de 1966.
El Gobierno ha comenzado a elevar el tono de su reivindicación dentro de
la negociación que mantiene desde 2004 con EE UU para limpiar Palomares.
Entonces, el Centro de Investigaciones Energéticas y Medioambientales (Ciemat)
emprendió junto al Departamento de Energía estadounidense (DOE) un plan para
enterrar el mayor incidente nuclear de la guerra fría. Ocurrió el 17 de enero
de 1966, cuando dos aviones de la Fuerza Aérea americana chocaron sobre
Palomares. Cayeron cuatro bombas nucleares (cada una portaba entre cuatro y
cinco kilos de plutonio), dos de las cuales liberaron carga.
En Palomares quedan cuatro zonas con restos radiactivos. Hay unos 50.000
metros cúbicos de suelo contaminado. El Ciemat calcula que tamizando la tierra
puede reducir el volumen a 6.000 metros cúbicos -algo más que dos piscinas olímpicas-.
Pero España no tiene capacidad para almacenar ese material, radiactivo miles de
años, y exige que, bajo el principio de "quien contamina, paga", EE
UU se haga cargo del plutonio.
El pasado 7 de julio, una delegación española explicó en Washington que
"esperaba" de EE UU que pagara la mitad de los 31 millones de euros
en los que está presupuestado el plan de descontaminación y que aportase
asistencia técnica. Pero, sobre todo, explicó que "la única opción"
que maneja es la salida del plutonio, ya que es una zona habitada. Los vecinos
están hartos del estigma de la bomba y el Ejecutivo considera que tienen
derecho a disponer de la tierra sin restricciones.
La exigencia española de trasladar el plutonio cambió la negociación.
Hasta entonces, el DOE y el Ciemat habían colaborado estrechamente. Los cables
de la Embajada en Madrid obtenidos por Wikileaks demuestran que la legación
consideraba que debía apoyar la limpieza. En diciembre de 2009, el ex ministro
de Exteriores Miguel Ángel Moratinos trasladó el tema a Hillary Clinton y en
mayo Zapatero hizo lo mismo con el vicepresidente, Joe Biden.
Pero en julio, cuando ya estaban involucrados los militares americanos en
el trato, la negociación se había enfriado. En noviembre la embajada americana
en Madrid trasladó la respuesta que certificaba que Washington no lo ve del
todo claro: en una nota "interina" pedía más estudios. Llegado el
momento clave, EE UU posponía sin fecha la limpieza.
Fuentes españolas sostienen que el Pentágono teme sentar un precedente.
El Departamento de Defensa de EE UU ha realizado numerosas pruebas atómicas por
el mundo y puede recibir una cascada de reclamaciones similares si se lleva el
plutonio de Almería. Los militares estadounidenses no ven problema en mantener
indefinidamente la zona vallada.
El 14 de diciembre hubo una reunión de coordinación del Ejecutivo español
y allí, según Francisco Castejón, de Ecologistas en Acción, "se acordó
elevar la presión sobre EE UU". "Es algo que llevamos reclamando hace
tiempo". Castejón conoce bien Palomares: es investigador en el Ciemat, el
organismo heredero de la franquista Junta de Energía Nuclear y que desde 1966
ha medido la radiación y ha realizado análisis a la población. Según este,
"Palomares es ahora más seguro que nunca, porque se sabe dónde está la
contaminación y el Gobierno ha vallado las zonas".
El 21 de diciembre, Exteriores envió su respuesta a EE UU. El texto, de
dos folios y al que ha tenido acceso este diario, expresa con tono diplomático
pero firme que ya no es tiempo de nuevos análisis: "España considera que
los datos reunidos y estudios realizados hasta la fecha permiten acometer el
proceso rehabilitación de las tierras contaminadas sin ulteriores dilaciones,
con el fin de permitir su uso posterior sin restricción alguna tal y como
esperan los ciudadanos de la zona".
Para ello, el Ejecutivo propone "una próxima reunión en Madrid"
para establecer una "hoja de ruta en la que se plasmen los compromisos de
ambas partes en la elaboración del Plan de Rehabilitación de Palomares y en la
gestión de los residuos resultantes", según el texto. La nota concluye que
"España es consciente de las eventuales repercusiones de este problema, así
como el interés que genera en la opinión pública y confía" en solucionar
el problema "dentro del espíritu de colaboración" entre ambos países.
Washington considera que tiene obligación legal de pagar la limpieza, según los
cables de Wikileaks, aunque admite que su apoyo hasta el final estaba
"implícito". Castejón considera que EE UU no puede esgrimir acuerdos
firmados con el régimen de Franco para eludir su responsabilidad.
Jesús Caicedo, alcalde de Cuevas del Almanzora (al que pertenece
Palomares) afirma que ha terminado su "tregua" sobre el tema y busca
reunirse con el embajador de EE UU en Madrid.
118 personas han dado positivo en 4.717 análisis
Dos veces al año, habitantes de Palomares viajan a Madrid a someterse, de
forma voluntaria, a análisis médicos. El Centro de Investigaciones Energéticas
y Medioambientales (Ciemat) asegura que no se ha detectado ninguna incidencia
anormal de cáncer, que el plutonio solo es problemático si se ingiere, pero que
no es una sustancia que se disperse con facilidad. Desde 1966 se han realizado
4.717 análisis y ha habido 118 personas en las que se han hallado trazas de
radiación. En 90 de ellos se dio solo un positivo que luego desapareció; 22
dieron resultado dos veces; cinco de ellas durante tres años y solo una dio
cuatro veces, según ha podido saber este diario. En total, se han registrado
153 positivos, lo que supone el 3,24% de los análisis. De los vecinos que
dieron positivo en algún momento luego hubo 880 resultados negativos. El
Gobierno insiste en que no hay riesgo, especialmente ahora que la zona está
vallada. En 2009, EE UU dejó de pagar su parte de estos estudios.
Palomares no interesó demasiado hasta que la explosión urbanística
propició movimientos de tierra para construir. Fue eso lo que en 2003 impulsó
al Ejecutivo a limpiar la zona.
El 20 de febrero de 2009, el Ciemat, del
Ministerio de Ciencia, concluyó un detallado Mapa radiológico tridimensional
de Palomares. El estudio, al que ha tenido acceso EL PAÍS, explica que los
investigadores analizaron 63.000 puntos de 660 hectáreas. En 41,04 de ellas
aparecieron rastros de plutonio y americio y están expropiadas o arrendadas. El
Ejecutivo gestiona 50 parcelas de 35 dueños. El análisis descubrió las zanjas
en las que EE UU enterró los equipos de la descontaminación y la pluma
radiactiva que el viento arrastró hasta la sierra de Almagrera, que se creía
limpia. El estudio cree improbable que pasara al acuífero. Aunque EE UU creyó
haberlo solucionado al llevarse en su día 832 metros cúbicos de tierra, 306 de
vegetación y 115 de suelo empapado, el incidente de Palomares, del que mañana
se cumplen 45 años, pervive.
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